Tributos

jueves, 11 de julio de 2013

Capitulo 46: La niña de mis sueños

¡Hola! Si, se que he tardado unos días y que no es muy largo pero el próximo será más largo y ¡ATENCIÓN! ¡Se revelaran, sino dos por lo menos uno, bombazos! Es que aun tengo en proceso el capitulo 47 ¡Pero va a ser de los importantes! No se, del nivel de... Tic, toc... la pesadilla comenzóLa cosecha o El Secreto de la Arena. En fin, ¡estoy muy emocionada! Ahí os dejo el capitulo ¡Disfrutadlo y MUXUS!

Cuando desperté estaba tumbada de lado sobre un lugar suave y blando y notaba un punzante dolor en el abdomen. Parpadeé tratando de concentrarme, pero mi cabeza no paraba de dar vueltas ¿Donde estaba? ¿Y Christian? Aquello era demasiado, mi cuerpo gritaba de dolor y comence a retorcerme en mi lecho.
-Se esta despertando-dijo una voz aguda.
Mis ojos se abrieron de par en par y me herguí con ayuda de mi brazo izquierdo, y el dolor volvió a atacarme con más fuerza. Me llevé una mano al estómago y trate de enfocar el rostro de la persona que había hablado pero todo estaba demasiado borroso. Alguien me agarró del hombro con fuerza y tiro de mi hasta tumbarme de nuevo, lo cual no fue muy difícil ya que me encontraba muy débil. Las manos del desconocido se trasladaron hasta mi antebrazo y entonces note un pinchazo.

Ella se despertó en una habitación vacía y luminosa. Miró desconcertada a su alrededor y entonces vio una enorme puerta de caoba con pomos de plata. Se levanto y se dirigió lentamente hacía ella, pero antes de que pudiera siquiera tocar el pomo, la puerta se abrió. La niña retrocedió asustada, pero pasados unos momentos avanzó hacía ella.
La muchacha miro boquiabierta a su alrededor. Se encontraba en un majestuoso vestíbulo de suelos brillantes, colores brillantes, con lamparas de cristal y una interminable y enorme escalera. Se retiró los mechones rosados de su frente y caminó lentamente hacía la escalera, pero cuando llego hasta ella ya había alguien más allí.
Una niña de unos seis años, con largos cabellos plateados y rizados la observaba fijamente. Vestía un sucio y raído camisón de manga larga, con pequeños dibujos de rosas, que le llegaba hasta los tobillos. Estaba muy sucia, su rostro estaba manchado y lleno de heridas, sus manos y pies estaban cubiertos de tierra y su cabello estaba enredado con hojas y ramas rotas. A sus pies descansaba un gran animal mugriento y lleno de sangre.
Se quedo helada y observó fijamente a la pequeña. Trató de acercarse a ella, pero cada vez que daba un paso la escalera se alejaba más y más. La escalera se alejo y la sonrisa de la niña se entristecia poco a poco. Entonces la niña se sentó en las escaleras, acarició al animal y la miró.
De sus ojos manaba sangre en vez de lagrimas.
-Ayúdame-gimió.

Desperté de golpe, aterrada y angustiada. Me lleve una mano a la frente, cubierta de un sudor frío; aparté las sábanas y oculté la cabeza entre mis manos y rompí a llorar. No podía, no podía más... Había tenido algunos sueños similares pero nunca de ese calibre. Generalmente consistían en recuerdos de la Arena o de las muertes, pero aquel había sido el más extraño, el más atemorizador.
Mi corazón dió un vuelco cuando llamaron con fuerza a la puerta. Respire profundamente y pregunte:
-¿Quien es?
-Soy yo, señorita-contestó una voz terriblemente familiar.
Me abalancé hacía la puerta y al abrirla me arroje a los brazos de mi mentor que me observaba con una enorme sonrisa.
-¡Beete!-exclamé subitamente alegre.
Él acarició mi cabello y me sostuvo durante varios minutos mientras yo lloraba con el rostro oculto en su cuello. Cuando mis lagrimas pararon, me aparte de su lado y le observé con más atención. Parecía mal alimentado, sus ojos se veían demasiado grandes tras aquellas enormes gafas y su piel estaba pálida y llena de arrugas.
-Beete...-murmuré asustada de nuevo.
Él me aparto bruscamente y rehusó mi mirada.
-Vistete, nos esperan abajo.-dijo a la vez que se giraba.
-¿Quien? ¿Quienes son?-pregunte.
Sin girarse dijo:
-Todos ellos, incluso Coin. Ahora. vistete, te esperaré aquí fuera.
La puerta se cerró con fuerza y volví a quedarme a solas en la oscuridad.

1 comentario :

  1. noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

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