Tributos

lunes, 25 de junio de 2012

Capitulo 11: Armas

Este capítulo ha sido especialmente difícil, por las conversaciones y las descripciones; y es más relevante de lo que pueda parecer a simple vista. Y si alguien sabe, podría explicarme ¿como se puede encoger una entrada? Es decir, que haya un breve resumen de la entrada y luego al darle click se siga leyendo como tienen Shoppo y Luba en sus blogs. Espero que os guste, y que comentéis por que apenas recibo comentarios. Muxus.

Él coge un bisturí y comienza a juguetear con el.
-Algo le habras echo-digo pensando en la simpática pelirosa.
-Bueno, básicamente le dije que su pelo me mareaba-dice con una nota de humor.
Sonrío y le contesto.
-Pues yo hoy casi muero abrasada por defenderla-digo mostrando mis vendas.
Él las mira y me dice:
-Tu compañero es idiota ¿Dortn, se llamaba, no?
Río y le corrijo.
-Darrent.
-Darrent. Suena más estupido aún-dice él mofandose.
-Si le crees estúpido, ¿por que vas con él durante los entrenamientos?-le pregunto.
Él se lo piensa y finalmente me dice:
-Por que sabe luchar.
Asiento.
-¿Y tú que sabes hacer? Es decir, si se puede saber, claro.
Vacila.
-En casa, yo jugaba con las navajas y los cuchillos. Es un poco macabro, pero cuando cumplí doce años mi padre...-su voz se quiebra y agarra con fuerza el bisturí-mi padre me regalo un maletín repleto de navajas y cuchillos. Aprendí a usarlas, y me divertía. Hasta me dejaba recortarle la barba-dice con una nota de tristeza y añoranza en su voz.
-Vaya, lo siento-digo sintiendolo de verdad.
-No pasa nada. ¿Y tú, Área 1, en que eres buena?
Arrugo el morro y le digo:
-Sophie. Lo mío son las espadas. En casa cortaba las flores con ellas y recibí alguna que otra clase de esgrima.
Él asiente y deja el bisturí en su sitio cuando ve a los medicos acercarse. Nos examinan, y tras darme de beber una medicina, nos dejan ir. Por el camino, comentamos alguna que otra anecdota acerca de nuestros compañeros y cuando llegamos a la primera planta me despido de él con un simple gesto. Algo más contenta, cruzo el pasillo, sabiendo que por lo menos no me odia tanto como yo pensaba.
Cuando rozo el pomo de mi puerta, veo a Darrent en el pasillo con el pelo alborotado y me dice:
-¿Que haces despierta a estás horas?
Le miro de arriba abajo detenidamente. No lleva pijama, sino unos sencillos vaqueros y una sudadera y me mira curioso y a la vez enfadado, como si le hubiera hecho algo.
-¿Y tú?
-He ido a por un poco de agua-dice él tras una leve pausa.
-Ya claro, y te has puesto así de guapo para la camarera ¿no?-digo riéndome.
Él frunce el ceño y me dice:
-Me debes una disculpa.
Abro los ojos de par en par ¿Como se atreve...?
Uuuff... Tranquilizate. Te están grabando. Mierda, seguro que han grabado mi conversación con Christian.
-Oh, ¿y tú no me debes ninguna disculpa?
-Fue defensa propia-dice él con altivez.
-¿Con que defensa propia, eh? Ya te vale, que morro tienes...
-Bueno, pues lo siento. Siento que te hayas aliado con una friki de pelo rosa-dice con malicia.
Controlo las horribles ganas de darle un puñetazo y le devuelvo el golpe:
-Bueno, yo siento que te hayas aliado con un estreñido y un barbero-digo refiriendome a la cara que suele tener el tributo del once, y aunque no tenga nada contra Christian, ¡tenía que devolversela!
Abre la boca para contestarme, pero le cierro la puerta en las narices y suspiro de alivio. Me toco los vendajes y hago una mueca de dolor.
Voy al baño y me lavo la cara, mientras intento reconocerme en el espejo. Enormes ojeras moradas decoran ahora mis ojos, que estan más apagados que nunca. Pese a toda la comida que me he embutido estos días, entre pecho y espalda, mis piernas siguen demasiado flacas como palos, y mis brazos se asemejan a los de una muñeca.
Me suelto el pelo y me arropo con las sabanas.
Deseando que aquella pesadilla acabe y pueda despertar en casa.

Un año antes.

Una hermosa muchacha adolescente, descansaba en un sillón de cuero. Su cabello plateado caía haciendo ondas entre sus dedos y en su otra mano, un libro se sostenía temblorosamente.
Una sombra se deslizó lentamente por la habitación, como un reptil. Se acercó a la joven y la observo durante unos minutos. No tenían gran parecido, si se exceptuaban sus ojos azules y tal vez el color de su cabello.
Se acercó y le planto un beso hinchado en la frente. La muchacha apretó los parpados y los abrió lentamente, con pereza. Cuando vio a su acompañante, sonrió y su libro terminó en el suelo.
-¡Abuelo! ¡Has vuelto!
La joven Sophie se levantó y le abrazó.
-Claro, pequeña-respondio él riendose-no podía perderme tu cumpleaños.
¡Su cumpleaños! ¿Ya era quince de mayo? ¡Se le había olvidado! Sophie recogio el libro del suelo y lo apreto contra su pecho, alegre.
-¿Que leías, pequeña?-le preguntó él.
La joven torció el gesto y le mostró el libro.
-"La Historia de Panem", es un tostón increible-dijo, para morderse la lengua inmediatamente-pero tiene partes muy interesantes.
Él la miró fijamente y luego negó con la cabeza. Esa chiquilla era tan rara, pero era sangre de su sangre, pues...
-Vamos, creo que tu madre te ha preparado una fiesta.
La muchacha suspiro. Si en algo se parecían ambos eran en su odio por las fiestas.
En el salón, la madre de Sophie, la mandó a cambiarse. Se vistió con una camisa negra con puntos blancos y con unos pantalones a rayas.
Cuando salió al jardín, se llevó las manos a la cara por la sorpresa. Músicos tocaban sus canciones preferidas, largas y abarrotadas mesas repletas de comida, caras conocidas, otras no tanto y otras definitivamente nuevas. Pero la guinda del pastel fue un enorme montón de regalos arrinconados en una enorme piramide.
Sophie abrazo a sus padres y luego corrio a reunirse con los invitados que conocía.
Alguien trajo una enorme pantalla y todos vieron un vídeo de la retransmisión que se había hecho aquella tarde, y que Sophie se había perdido por su siesta. Mostraba a Caesar Flickerman, (que se hallaba en la fiesta y los saludó) presentando los vestidos para la boda de Katniss Everdeen y Peeta Mellark, el evento social del año. Cuando anunciaron los vestidos que entraban en el sorteo, Sophie estaba indecisa por uno de diamantes y otro de perlas, pero la voz de Caesar anunciando otro evento la saco del trance.
Sacaron en pantalla a su abuelo, elegantemente vestido y con su rosa blanca en la solapa, y con un pequeño niño a su lado. Este le tendió una caja y el abuelo cogió un sobre con el numero setenta y cinco. Luego leyó en voz alta la norma para aquel vasallaje y la copa se escurrió entre mis dedos. Apagaron la pantalla y todo el mundo volvió a la fiesta como si no hubiera ocurrido nada, y yo traté de hacer lo mismo, sin éxito.
Cuando ya llevaban unas tres horas y media de fiesta, Rain Snow se colocó sobre una silla y pidió un brindis (en aquellas ocasiones, a los jovenes se les permitía beber, pero moderadamente)
-¡Por mi hermosa hija, Sophie! ¡Que algun día gobernará un Panem libre!
Sophie se quedo atónita al oirle, pero se limitó a sonreír. Luego, tras muchas suplicas de los invitados, el presidente Snow en persona apareció y dió sus propias palabras para la muchacha.
-Mi familia, es una familia de luchadores. Yo, he luchado hasta llegar a donde estoy, mi hijo lucho por Panem y por su familia, y mi nieta...-Snow la miró y Sophie avanzó lentamente hacia él-mi hermosa Sophie. Algún día luchará por defender su honor y su sangre. Y para ello-se giró y le hizo un gesto a uno de los avox-nada mejor que este regalo.
El avox se acercó con una enorme caja entre las manos. Ella se acercó y deshizo temblorosa el lazo rojo que coronaba la tapa. Al abrirlo se quedó sin palabras, pero su abuelo puso otras en su lugar:
-Ha pertenecido durante muchos años a nuestra familia, Sophie. Cuidalos bien-había un deje de desconfianza y amenaza que pasaron totalmente desapercibidos para la muchacha.
Los invitados se ponían de puntillas intentando ver algo, sin éxito. No fue hasta que Sophie los sacó, que todos saltaron hacía atrás alarmados.
La espada era alargada y estaba bien afilada. Con un elaborado e intrincado decorado en el mango, que representaba el escudo de armas de la familia Snow, todo en oro y plata. El escudo, tenía grabado el mismo sello y en los mismos materiales, pero en el centro había una intrincada rosa.
Sophie sonrío.
-Es precioso, abuelo. Te juro que los protegeré con mi vida.
-Más te vale-murmuro en un susurro innaudible para nadie-Y Sophie, será mejor que la guardes aquí-le colgó un cinturón y de el una funda para la espada.
El resto de la noche Sophie se dedicó a abrir los demás regalos. Los más destacados fueron el de sus padres, un broche de oro; el de sus abuelos maternos, un unicornio; y el de su estilista, un vestido de diamantes.
Poco antes del amanecer, se despidió de todos y los avox se encargaron de llevar los regalos a sus lugares correspondientes. Sophie fue a su cuarto, se cambió sus ropas de fiesta por un pijama y antes de acostarse, examinó más detalladamente sus nuevas armas.
Comenzó con el robusto escudo que había dejado sobre la cama.
Las dibujé por si no os las imaginabais bien o
teniaís dudas sobre el aspecto de sus armas.
La parte frontal estaba bañada en plata y los dibujos eran de oro y metal. Comenzaba en la parte superior con la cabeza de una serpiente que sacaba la lengua escupiendo fuego, a continuacion, lo que parecía ser una mujer con cola de pez (una sirena creía se llamaba) sostenía algo entre las manos. Ahí tambien había un pequeño rubí, me acerqué para verlo mejor y descubrí la forma de un corazón. Todo aquel laberinto terminaba en una intricada enredadera de rosas, decoradas con unas gemas que no reconocía, tal vez fueran piedras de luna. Las escamas de la serpiente y la cola de la mujer también estaban echas de piedras preciosas, lo que contribuían a que el escudo fuera tan pesado. Las primeras eran de un intenso color verde, diminutas esmeraldas; y las segundas eran de distintos colores, una turmalina, probablemente. Se dio cuenta, de que la mujer no tenía rostro y que estaba apoyada sobre unas olas, echas de zafiros. El fuego de la serpiente, no tenía grandes gemas, pero podía distinguir algunas como el rubí, el cuarzo y el ópalo de fuego.
Nunca mejor dicho.
Depositó cuidadosamente el escudo en la cama de nuevo y se volvió para examinar la espada y la funda.   El mango y la funda eran de los mismos materiales que el escudo, pero el filo de la espada, obviamente, no. Estaba bien afilada y se podía reflejar en ella.
El mango de la espada tenía un pequeño dibujo de rosas, y para su comodidad, no tenía gemas ni otros grandes decorados. La funda tampoco estaba muy elaborada, solo tenía un intrincado dibujo de rosas echo de plata, y para su sorpresa, descubrió que eran ligeras y fáciles de llevar.
La enfundó, se arropó y durmió abrazada a sus armas, para protegerlas hasta en el más profundo de los sueños.

12 comentarios :

  1. me encanta Nina, y está muy bien esplicado. Tengo ganas de leer sobre tu arena imaginaria, seguro que será estupenda. Yo ahora tampoco recibo muchos comentarios, pero bueno...
    Besos

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    1. Gracias Beid! Todavia me quedan un buen par de capitulos, pero subire diariamente, asi que pasara rapido.
      Yo creo que hay una secta de bloggeros que han neutralizado el sistema y no dejan comentar mas de cinco comentarios en cada entrada, bueno es eso, o que la gente se ha ido de vacaciones xD
      Besos!

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    2. La segunda opción es más probable pero.....La primera mola mas!!!!!!!
      Muchos besitos

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    3. no!! yo quiero la primera!! jajajja
      Por cierto Beid, estos estan decididos a matarte, eh? Madre mía ya llevas 17 votos tu y tu compi!

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  2. Nina esta genial!!! Tengo muchas ganas de ver que pasará en la arena, seguro estará genial!
    Besos!

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  3. hola!! Hace tiempo que no me pasaba por aquí y me he leído desde el capítulo 3 del tirón. Es alucinante! Estaría genial que la Arena fueran las ruinas del capitolio o algo así, sería alucinante pero seguro que a ti se te ocurre algo increíble. Bueno, ya tienes un comentario más ¿Te pasas por mi blog y me comentas? jajaja, besos:)

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    1. Ya tengo diseñada la Arena, y aunque no se parezca nada a tu idea me ha gustado mucho!
      Besos! Muxus!

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  4. Nina me encanta como los demás estoy desando leer sobre tu arena que con tu imaginación debe ser increíble.
    Por cierto lo de acortar la entradas tienes que insertar un salto de linea en las entradas, después irte a Otros que esta en configuración y en Feed del sitio hay una parte que es Permitir feed de blog y lo pones hasta salto de linea.
    Y una coas mas estoy con tu idea de que hay una secta de bloggeros que han neutralizado el sistema y no dejan comentar mas de cinco comentarios aunque sea un poco difícil.
    Besos^^

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    1. Muchisisimas gracias!! Lo necesitaba! Haber si ahora no me la cargo y borro el blog xD
      Yo creo firmemente en mi teoria aunque si, es un poco dificil! ^^

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  5. Yo también contribuyo a que haya más comentarios!! :D
    me gusta mucho, tengo muchas ganas de que empiecen ya los juegos!!!

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  6. Hola! Bueno, me encanta la historia, con decirte que no puedo dejar de leer y son las 4:40 de la madrugada, y mañana (u hoy) me tengo que levantar a una hora considerable... Simplemente la historia no me deja dormir.

    Pero mañana la tendré que seguir... Sólo una cosita que noté, es que hay veces en las que no se entiende demasiado bien en los diálogos quién dice qué.

    O eso me pareció...


    Me re enganché, pero hasta mañana será :c Besos! y no sé, solo felicitarte por esto C:

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    1. Aiiiiiiiiiiiiinnns mil gracias! En serio te has quedado despierta hasta esa hora!?! Por mi historia!?!?!?
      Me acaba de dar un chungo
      Mil muxus Ccami, y tendre mas cuidado a la hora de escribir
      <3

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